Mediocridad constituyente Por: Dr. Miguel Palacios Frugone

Mediocridad constituyente

Por: Dr. Miguel Palacios Frugone

En todo conglomerado de seres, sean estos humanos o animales; ¿Cómo se puede saber lo que predomina entre ellos?...la respuesta es sencilla…! La media resultante de una investigación estadística!

La presencia de una característica común identifica al grupo, ya que el rasgo que mayoritariamente se tiene, constituye la esencia que caracteriza a ese conglomerado. Así por ejemplo, la mayoría de las zebras son rayadas y casi todos los profesores de la universidad de Harvard son inteligentes.

Bajo este parámetro, si analizamos a los asambleístas para hacer una media de su más común característica, tendremos conclusiones aterradoras.

Lo primero es que la mayoría de asambleístas son de origen N.N. es decir; son auténticos desconocidos. Cuando me refiero a este punto, no digo conocidos por que tengan determinada representatividad en la vida pública o privada, sino que antes de ser asambleístas, nadie los conocía ni se sabía que hacían o para que servían.

Otra macro característica de la mayoría de los que hoy fungen como todopoderosos de la patria, es que carecen de títulos académicos y están ahí simplemente como una retribución por su participación ciega en una campaña electoral. Es pocas palabras, son el resultado del nombramiento a dedazo, que de la nada los elevó a la categoría de asambleístas. Sin embargo, hoy son todopoderosos amparados bajo la sombra de un partido que aprovechó la ilegal participación proselitista del presidente para ganar sus curules.

Otra característica frecuente en la mayor parte de estos engreídos es que ninguno es jurista; es decir que desconocen de leyes y peor de cómo hacer para cambiarlas. Un gran porcentaje de los actuales padres de la revolución ciudadana, leyeron por primera vez (sí alguna vez lo hicieron) la constitución vigente cuando fueron designados candidatos por el correazo de una verborrea bien vendida.

Yo me pregunto y la respuesta me horroriza… ¿Qué es más peligroso?... ¿Darle poder a un intelectual o conferirle poder a un bruto?

Un tonto con poderes es más dañino. El inteligente puede prever las consecuencias del abuso del poder, mientras que el ignorante solo actúa sin pensar, ya que no tiene nada que perder por que nunca ha tenido nada o por ser un resentido social fracasado.

La mayoría de los actuales paternóster, son una horda de anónimos desengañados que no han sido nada en lo que han ejercido, si es que alguna vez han trabajado. Algunos de ellos se comían la camisa y como andaban vagos, apoyaron a una candidatura para solucionar su existencia, dedicándole todo el tiempo ocioso que tenían para ver si mediante este riesgo calculado conseguían un camello, a pesar de que para lograr esto tuvieran que agachar la cabeza y adular a quien lideraba este probable empleo.
En muchos casos para ser asambleísta se necesitaba haber sido un buen mediocre. Se debía no ser nada en la vida personal. Como requisito indispensable se tenía que ser medio izquierdozo, andar chiro y profesarse abiertamente contra el sistema. Siendo desempleados y más limpios que una pepa de guaba, no tenían nada que perder. Simplemente se dedicaron a vivir como parásitos en las diversas centrales partidistas, para caerles bien a los cercanos a la cúpula, que era la que definía las candidaturas. A pesar de esta conducta lambiscona, todo tenía su precio: agachar la cabeza con ciega obediencia y vivir alzando manos, sin discutir, argüir o pensar. Solo debían obedecer las órdenes de quienes les habían dado el cargo, que a su vez obedecían las órdenes del amo.

Por eso, después de un análisis objetivo para saber cuál es la característica que predomina entre ellos, llego a la conclusión de que la mediocridad es el común denominador de quienes ahora creen ser los super-ratones capaces de producir un cambio, haciendo leyes sobre actividades que jamás han conocido o entendido y mucho menos trabajado en algo afín a ellas.

Todo es simplemente cuestión de oponerse contra todo lo que existe. Lo bonito de tener plenos poderes es asistir a las reuniones para ganarse un sueldo sin intervenir. También es lindo ser entrevistados por las cámaras de televisión. Eso sí lo único riesgoso de su patriótico trabajo; es que tienen que saber dormir sentados en las plenarias y también deben gritar para decir malas palabras o pegar traicioneramente en los testículos. Pero eso sí, a la hora de la hora y cuando mande el rey, deben agachar la cabeza para levantar la mano junto a otros igualitos; pero sin saber porqué.

La gente mediocre produce cosas mediocres. Esta asamblea solo sirve para que el rey tenga un ropaje democrático para coronarse dictador. Con esta clase de antropitecus tan dóciles y amaestrados, la posibilidad de convertirse en tirano para el tirano, es una realidad cercana que destrozará todo lo que se ha conseguido hasta ahora en el país.